En los zapatos de un peatón con ojos de ciclista y conocimiento de conductor...

Hay quienes confunden el defender una idea con convertirse en absolutistas o fanáticos, en el caso del ciclismo existen quienes piensan que todo lo demás está mal o es un problema, cuando lo que realmente debemos buscar es la convivencia.  Más de una ocasión he escuchado a un ciclista culpando a un conductor y viceversa, de la misma forma he escuchado a ambos criticando a un peatón por su irresponsabilidad.  Al final creo que todo se resume en una cosa: Nos tenemos que respetar entre todos. A medida que comencé a utilizar más la bicicleta para moverme por la ciudad comencé a darme cuenta de cosas y lugares que antes no me percataba que estaban ahí, de la misma forma comencé a comportarme de manera diferente frente al tráfico, buscar estar siempre al inicio del tráfico para hacerme más visible, asegurarme de estar fuera de los puntos ciegos de los carros, utilizar luces en la noche para que me puedan ver tanto en los lugares con poca iluminación así como en los lugares donde la luz en contra pudiera cegar a los conductores. Ahora todos estos comportamientos me suenan normales, sin embargo, al analizarlos me percaté que la única manera de haber tomado esas consideraciones es porque también estoy del otro lado, no sólo soy ciclista y peatón, sino que también soy un conductor de automóviles y es esa acción de ponerme en los zapatos del otro lo que hizo que piense en esas precauciones. ¿Pensando en esto, qué cuidados debemos tener cada uno de los diferentes actores desde cada perspectiva?  Adjunto algunas recomendaciones las cuales algunas forman parte de lo estándar, pero adjunto la explicación y el porqué de su importancia y otras que sin ser parte de lo que viene normalmente a nuestra cabeza pueden ayudarnos a evitar un problema mayor. Peatones

• Cruzar por las líneas cebra y pasos elevados fue pensado para evitar que se corte el flujo de tránsito de vehículos y evitar accidentes, no para “incomodarnos” o “molestarnos”.  Como conductor o ciclista, en nuestra cabeza tenemos una trayectoria y una velocidad promedio, sabemos dónde debemos detenernos al ver las luces del semáforo, pero si de repente aparece un peatón de la nada, no sólo nos obliga a maniobrar de manera inesperada, sino que podría darse el caso de fallos en el sistema de frenos de cualquiera de los vehículos y eso desembocaría en un accidente fuerte.
• Lanzar basura a la calle no sólo afea la ciudad, sino que también complica la circulación a los vehículos, especialmente a los ciclistas, una botella de agua lanzada en la calle puede hacer que otro peatón se resbale y hacer que se reduzca la velocidad a la que nos movilizamos y en una llanta no muy grande hacer que se resbale o pierda el control si no es un ciclista con mucha experiencia.
• Al igual que los ciclistas, un peatón en una calle de noche no es visible, por más de que exista iluminación en la calle y “asumamos” que con la luz del auto será suficiente, por ello es sumamente importante respetar los semáforos y las señales de tránsito.
• Al cruzar una calle los peatones tenemos prioridad para continuar nuestro camino si ya hemos iniciado el cruce, sin embargo, si un auto ya está cruzando o está girando, no podemos lanzarnos a la calle intempestivamente, deberemos esperar a que nos vean, reduzcan la velocidad hasta detenerse y podamos cruzar de un lado al otro.

Ciclistas

• Siempre hay que demostrar de alguna manera que formamos parte del tráfico, siendo un vehículo pequeño es fácil que no nos vean, por ello es importante  tratar de ponernos en la primera línea, delante de todos los autos.  Y de acuerdo a las recomendaciones internacionales lo ideal sería partir primero, antes que los autos arranquen para que estén conscientes que delante va un ciclista, pero aquí es recomendable esperar unos segundos por más de que ya esté la luz verde, pues es común que algunos conductores se pasen la luz roja o “crean” que aún está en amarillo y pueda causar un accidente.
• Durante la noche es virtualmente imposible que un auto nos vea si no llevamos alguna prenda reflectiva, luces o por lo menos ropa de color brillante.  Por más de que se vea “raro” es sumamente importante resaltar durante estas horas, una forma sencilla es ponerle bandas reflectivas a la mochila o utilizar un casco con luces, cualquier medida que esté en la línea de visualización de los conductores o quienes vengan detrás de ti sirven.
• Una muestra de respeto a los peatones es no subirse a las aceras, comúnmente se suele hacer por temor a los autos, alguna vez lo he hecho también, pero lo ideal es no hacerlo, es el espacio que les corresponde a los peatones, no a nosotros y si bien pensamos que la bicicleta es ligera, un golpe con la bici en el cuerpo de una persona no sólo es doloroso y podría llegar a causar una lesión, sino que también puedes causar cosas tan simples como ensuciarle la ropa.
• Ir en contravía de acuerdo a nuestras leyes es ahora algo permitido, sin embargo es algo con lo que no estoy de acuerdo por una simple razón, al ir en un carro estamos pensando en que el flujo de vehículos es en un sentido y no esperamos encontrar vehículos viniendo en contra y dificulta la reacción.  Al ver el funcionamiento de las ciclovías en diferentes países entendía la necesidad de esa modificación en la ley, pero creo que no fue bien implementada, pues las ciclovías suelen tener los 2 carriles dentro de una calle que para los vehículos es de una vía, de esa forma si bien no voy en “contravía” para la ciclovía, sí lo hago para los autos.
• En las integraciones de tráfico si nosotros vamos por la calle preferencial de acuerdo a las leyes tenemos prioridad para seguir nuestro camino y nos deben dar preferencia, pero recordemos que muchos conductores utilizan los retrovisores para ver en qué momento pueden entrar y podemos estar dentro de uno de sus puntos ciegos, es ideal que hagamos señales para hacer que se den cuenta de nuestra presencia, un silbato, un timbre o un simple chiflido puede servir como señal auditiva para decirles “hey, estoy aquí”.
• Una ventaja de las bicicletas es que se pueden colar por casi cualquier espacio y no quedarse atrapadas en el tráfico, pero no podemos asumir que el conductor del otro vehículo que comparte la vía se da cuenta y no va a arrancar mientras nosotros aún estamos pasando entre los 2 vehículos.  No se debe “culebrar” o atravesarse en el tráfico a menos que esté totalmente detenido, debemos circular por la derecha como cualquier otro vehículo y si nos vemos en la necesidad de hacerlo es ideal también mantener alguna señal auditiva que logre que los conductores que están delante o en los carros que estamos pasando se den cuenta que estamos ahí, peor aún si es un vehículo con los vidrios arriba y posiblemente con música y ruido del aire acondicionado.

Conductores

• El respeto a los límites de velocidad no es por decisión arbitraria del gobierno de turno, en todo el mundo se mantienen límites similares porque son los que permiten maniobrar y detenerse a tiempo en caso de que haya un error de parte de otro conductor, un ciclista o un peatón.
• Las luz amarilla del semáforo significa “reduzca la velocidad para prepararse a detenerse por completo”, no “acelere que aún alcanza”.  Muchos accidentes ocurren por pasarse la luz amarilla o peor aún pasarse directamente la roja.
• Utilizar las luces altas o las “intensas” dentro de la ciudad no sólo afecta al otro conductor, también afecta a peatones y ciclistas pues no les permite ver y en caso de que sea un cruce de calles sin semáforos hace que no puedan saber a qué distancia se encuentra el vehículo de ellos, además de que si es una calle de doble vía y en ambos lados se utilizan las luces altas, automáticamente el peatón o el ciclista se vuelve invisible hasta que el conductor ya lo tiene muy cerca y puede ser tarde para reaccionar.
• En las secciones donde se debe ceder el paso a otros vehículos, eso incluye a las bicicletas, debemos esperar a que pasen para nosotros poder integrarnos al tráfico, no tenemos prioridad, son los que ya se encuentran en la vía quienes la tienen.
• Respetar la distancia mínima al rebasar, aunque de esto se ha hablado mucho, se suele olvidar.  Un auto tiene una coraza hecha en metal y otros compuestos como la fibra de vidrio, no es infalible, pero protege a sus ocupantes, en cambio una bicicleta lleva sólo un pasajero (normalmente) y está totalmente expuesto, la coraza es su piel, el menor golpe o roce causa un efecto mucho más dañino que a un auto, si ven a un ciclista en la calle y por su velocidad quieren pasarlo deben esperar a que haya el espacio suficiente para poder rebasar tal y como cualquier otro vehículo, por la izquierda y pasando al siguiente carril.

Estos en general son algunas recomendaciones que he podido resumir al intentar pensar como el “otro”, como siempre, estoy abierto a comentarios y que si tienen alguna otra recomendación que sea de ayuda y justificada esta pueda ser incluida como parte de las sugerencias aquí expuestas.